domingo, 8 de noviembre de 2009

El cáncer ocupacional por exposición al amianto está subestimado. El mesotelioma y el cáncer de pulmón, podrían ser tan sólo la punta del "iceberg".

Recientemente se ha publicado en España un interesante artículo sobre la "Enfermedad por amianto en una población próxima a una fábrica de fibrocemento":

http://www.elsevier.es/revistas/ctl_servlet?_f=7016&articuloid=13140349&revistaid=6

Los autores, que encuentran un exceso de cáncer de pulmón y mesoteliomas, como era esperable, excluyeron del estudio los casos con carcinoma broncopulmonar que no cumplían suficientes criterios de exposición. No obstante, no existe actualmente ningún protocolo internacionalmente consensuado que evalúe el riesgo de cáncer por exposición al asbesto:

http://www3.interscience.wiley.com/journal/122597710/abstract?CRETRY=1&SRETRY=0

Por otro lado, en un reciente análisis Delphi en el que intervinieron expertos rigurosamente seleccionados por el nivel de impacto de sus publicaciones en el tema:

http://chestjournal.chestpubs.org/content/135/6/1619.full.pdf+html

dos de las "afirmaciones" con mayor grado de acuerdo fueron:

1.- Un trabajador con cáncer de pulmón y sin signos de asbestosis en sus pulmones, pero que alguno de sus compañeros de trabajo con similar exposición si presentan asbestosis, tiene criterios suficientes para atribuir su cáncer a la exposición al amianto.

2.- La exposición al amianto provoca otros tumores malignos distintos del cáncer de pulmón y del mesotelioma

En los protocolos de evaluación del riesgo de amianto, el apartado de "otras neoplasias relacionadas con el amianto" no es claro ya que no hay acuerdo respecto de qué tumores están o no asociados con la exposición al asbesto. El cáncer de laringe sólo recientemente se ha aceptado de forma incuestionable. Pero por ejemplo, con el glioblastoma multiforme el tema todavía es polémico, ya que si bien hay documentados casos con exposición al amianto y estudio inmunohistoquímico de glioblastoma multiforme, en otros casos el inmunofenotipo reveló que en realidad se trataba de metástasis encefálicas de mesotelioma.

En este contexto, sería preferible que los investigadores de cohortes con exposición al amianto, no excluyesen a priori "otros tumores malignos" no contemplados en el capítulo "oficial" de "otras neoplasias relacionadas con el amianto", y documentasen todo tipo de cáncer encontrado en la cohorte. Simplemente el "Precautionary Principle" defendido por unos, atacado por otros, e ignorado por la mayoría:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11319454?ordinalpos=1&itool=EntrezSystem2.PEntrez.Pubmed.Pubmed_ResultsPanel.Pubmed_SingleItemSupl.Pubmed_Discovery_RA&linkpos=3&log$=relatedarticles&logdbfrom=pubmed

es razón más que suficiente como para no excluir esa valiosa información de sus protocolos de trabajo.

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